Las pruebas en tensión de pilotes consisten en aplicar una fuerza de tracción vertical sobre la cabeza del pilote, generalmente mediante gatos hidráulicos, para verificar su capacidad de resistir esfuerzos de levantamiento. La reacción se obtiene a través de pilotes de anclaje, vigas de reacción o bloques de peso que permiten transferir la carga de manera controlada.

Durante el ensayo se mide el desplazamiento ascendente del pilote a medida que se incrementa la carga, siguiendo ciclos definidos en normas como la ASTM D3689. Con estos registros se determina la capacidad última a tracción, la carga admisible y el comportamiento deformacional del pilote frente a esfuerzos de levantamiento.