Las pruebas de carga estática en compresión convencionales consisten en aplicar una fuerza vertical creciente sobre la cabeza del pilote mediante gatos hidráulicos, transmitida contra un sistema de reacción (vigas, pilotes de anclaje o bloques de peso). El objetivo es movilizar la resistencia del terreno y observar la relación entre carga aplicada y asentamiento.

Durante el ensayo se registran los asentamientos progresivos del pilote a medida que aumenta la carga, siguiendo ciclos de carga y descarga definidos en normas como la ASTM D1143. Estos datos permiten determinar la capacidad última, la carga admisible y el comportamiento en deformación  del pilote bajo condiciones de servicio o últimas.

En la práctica, este método es considerado el más confiable y directo para verificar la capacidad de carga de pilotes, aunque también es el más costoso y lento en comparación con los ensayos dinámicos. Por ello, suele emplearse como prueba de referencia en proyectos relevantes, y como contraste para validar métodos más rápidos como las pruebas dinámicas o rápidas.